miércoles, 25 de septiembre de 2013

BIRDWATCHING I. Taller de iniciación en el Delta del Llobregat

Una vez concluida la primera etapa de los talleres para la observación de aves que organizamos en WILDLIFE SPAIN , encaramos las siguientes etapas de estas actividades, con las Marismas del Guadalquivir llenas de invernantes, en Doñana, y las grandes rapaces de Guara en el horizonte.
Tras la sesión teórica del sábado, el domingo pudimos comprobar en el campo algunos de los aspectos que habíamos comentado sobre el proyector. Gloria nos trajo una pluma en crecimiento, saliendo de su estuche, perteneciente a un pollo de paloma torcaz (Columba palumbus), pudiendo ilustrar como se desarrollan estas estructuras exclusivas de las aves y comprobando una vez más como la implicación y la participación activa de los asistentes a nuestras actividades nos enriquecen a todos. Varias especies de patos en plumaje de eclipse, observados en los humedales del Delta del Llobregat, nos han ayudado a entender las explicaciones sobre la muda y los ciclos del plumaje. La práctica desaparición del diformismo sexual en estas especies, entre hembras y machos “mancones”, cuando pierden las plumas del vuelo y no les interesa llamar la atención de sus depredadores, quedaba patente observando azulones (Anas platirynchos), porrones comunes (Aythia ferina) y patos cuchara habiendo apagado sus llamativos colores nupciales. Pudimos observar al zampullín chico (Tachybaptus ruficollis) acicalando con esmero sus plumas, pareciendo que nos quería mostrar cómo de importante es para las aves mantenerlas siempre en perfecto estado.
Hemos escuchado reclamar al pájaro moscón (Remiz pendulinus) y al ruiseñor bastardo(Cettia cetti).
Un “flock” de estorninos pintos (Sturnus vulgaris ) acosando y expulsando a una hembra de aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) nos hablaba de las ventajas del gregarismo. Los aviones comunes (Delichon urbica), agrupados en el humedal, cazando insectos sobre la lámina de agua, ponían en relieve la importancia de estos espacios naturales como importantísimas áreas de descanso en las rutas de las aves migratorias. Incluso hemos podido afinar nuestras dotes identificando con unas cuantos correlimos menudos (Calidris minuta), un combatiente (Philomachus pugnax) y adornar nuestro cuaderno de campo con una rareza, el accidental correlimos pectoral (Calidris melanotos) en paso post-nupcial, un divagante que nos puede llegar de América o Siberia.
Finalmente, hemos podido ser testigos de temas más amables de la gestión de estas reservas, como el uso de caballos de la Camarga (Equus caballus) como herramienta de control de la vegetación palustre. Hemos confeccionado un check-list con unas cuantas especies más, como la paloma torcaz, el gorrión común (Passer domesticus), martín pescador (Alcedo atthis),  focha común (Fulica atra), polla de agua (Gallinula chloropus), garceta común (Egretta garzetta), garza real (Ardea cinerea) o curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).
La presencia de especies de fauna y flora alóctona invasora, plumeros (), miraguanos () o tortugas de Florida (Trachemys scripta), faisán común (Phasianus colchicus), nos han revelado el precio que paga un espacio natural protegido por resistir en las cercanías de una gran urbe como Barcelona.
Una experiencia más, para corroborar lo maravilloso que resulta para el naturalista salir a la mejor aula posible, el campo.

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